6'7ºc Ojén.
Parece, definitivo, el frío arrecia en la Sierra de Las Nieves. Me he apostado sobre la cabeza una gorra de cuadros marrones, un foulard de color azul turquesa, una buena parka de color verde, unas buenas botas de monte (clásicas Chiruca, para más señas) y he paseado hasta el incio del paseo a El Cerezal. Algo de esa brisa se me cuela por las cervicales camino de la espalda. Escalofrío inmediato. Me ajusto aún más el foulard. Decido volver. El cielo se pone gris y la Cruz de Juanar, allá arriba, tiene un sombrero de brumas que no presagia templanzas.
Ya en casa. Enciendo la estufa. Me pongo un café oscuro y caliente.
Me cuentan que más al norte el Monte Argalario continúa nevado y más al norte aún imagino a nuetros nuevos visitantes en Holanda y Canadá. Pensarán que este frío que hoy discurre por las calles ojenetas, que transita y obliga a los mayores a buscar refugio ante la chimenea, será un pasatiempo de gorros y de bufandas. Saludos.
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