Aquellas casas, y hogares, excavados en la roca, hundidos en las entrañas de la tierra, con las chimeneas asomando en la cima de una barranca. Algunas ya modernizadas y pasto del nuevo turismo de nuevas experierncias, otras abandonadas, las más, habitadas por aquellas familias enjutas y morenas. Una construcción sabia que protege de los rigores calurosos del verano y d elos rocíos húmedos del invierno. Un fuego para templar una casa que tiene sus habitaciones serpeando entre los roquedales, hundidas en la piel de la roca. Antonia anota en nuestro cuaderno de viajes posibles, de lugares a visitar. Casas trogloditas en Purullena. La furgoneta pasea asmática por la autovía y sólo quedan los rastros de la vida troglodita a los lados.
El límite entre Almería y Murcia es un campo sembrado de albaricoques y melocotones, adornados con penachos lilas y blancos. Los insectos encuentran sus manjares y se estampan con inusitada prodigalidad contra nuestro parabrisas. Sobre la parte izquierda de la autovía luce la sierra. Discurrimos por una llanura inmensa que se exitende hasta más allá de la vista. Parece que los únicos que nos movemos somos nosotros. Todo está parado, quieto, inmóvil. Los moteros nos adelantan como flechas y les envidio, porque estarán sintiendo este olor de flores y frutales sobre el rostro. Pasan uno, dos, tres hasta cinco.......... Y llegamos a los naranjos y los limoneros. Comunidad y Provincia de Murcia.
Entre los compromisos, los encargos y los guías aterrizamos en una bodega del centro. Bodega de Santiago, a la vuelta de la plaza donde se encuentran las Murallas de Santa Eulalia. Las delicias de la huerta murciana se depsliegan en nuestros paladares: tomates y aceitunas, pimiento, queso frito y zarangollo. Zarangollo, una mixtura de reminiscencias dulces que se cocina con lentitud y con poso, despacio, sin prisa. Mezcla así el sudor suave de la cebolla y del calabacín, para añadirle cundo todo está pochado el huevo en revuelto. Acompañar con una rebanada de pan tostado.
Ayer, de vuelta y cegados por la luz espejada del mediterráneo, confundimos los mares plásticos de El Ejido con la superficie reververante del Mare Nostrum. Parece mentira que esto sea un diseño del hombre, los invernaderos escalando las paredes de la sierra, sudando un calor asfixiante, los jugos de la tierra absorbidos... Se sitúan los invernaderos en los lugares más inverosímiles, al borde del mar en un farallón escarpado, sobre la cima de una colina... Impresiona.
Serpeamos por la carretera y pasamos de Almería a Granada para observar más desatinos del hombre ocultando La Herradura o escalando el Peñón de Salobreña... Almería, Granada, Málaga, Torremolinos, Benalmádena (el teleférico funcionando), Fuengirola, Mijas, Marbella... Y Ojén... Lo vemos tras la primera curva de las revueltas y saludamos con la mano, como Hansel y Gretel de vuelta a casa, como Pulgarcito que en esta ocasión no recogió migas, sino la estela del Mediterráneo.
8 comentarios:
La Herradura; ¡Qué pena de lugar!... con esas aguas turquesas y esa maraña de casas a su alrededor.....
Murcia; ¡qué pena de temperatura del mediterráneo!... como el TXISSSSSSSSSS (como dice mi niña)..eso sí, en Águilas se come de maravilla y barato.
La costa "granaína" tiene unos sitios increíbles, con una transparencia en la mar alucinante fuera de Salobreña y La Herradura... a mí me encantó Castel de Ferro.
¡queremos fotos!
Cuando vengo a comer a tu casa, para mí, el postre por excelencia es la lectura de tu blog que cada día me atrae más.¿tienes o no un aitite moderno?
cada día me sorprendo más con lo que cuentas en tu blog. eres un artista, porque consigues trasladarme a ese otro mundo sureño. A veces, paseo por esas mismas calles y como esas recetas de conejo con tomate. Aquí os espera la lluvia y el marisco, cuando queráis.
un biquiño
Juana, no te lo han contado todo. Yo no sé, si porque le da miedo o porque no le salen las palabras, pero estuvimos en un bar (el ahorcado feliz) tomando algunas copillas...., y si vais a murcia yo lo recomiendo, porque no tiene desperdicio..... UUUUUUUUH!!!
Cierro los ojos y me sumerjo totalmente en el estallido de colores entre Murcia y Almería....
No me sale el lila..A ver si me sale ahora....Los albaricoques me están oliendo a cómo olían antes los albaricoques.He recuperado su aroma.Los meto verdecitos en los cajones de la ropa.¡Qué bien!
Besitos.Gero arte.Me voy a practicar mi deporte favorito...
Chus.Que tiemble el ahorcado feliz ese.¡que allá va una de Bilbao!
MÓNICA: Ya os imagino, ahora a los tres, con las gafas, el traje, la boya, las aletas bucenado en esas aguas turquesas... ¿Recuerdas el día en Ea? Qué bien lo pasamos!!!
JUANA: El lila era suave y se veía en esta época del año porque la primavera se ha adelantado. Los agricultores murcianos temen que la fruta del níspero, el melocotón y el albaricoque no se pueda llegar a desarrollar porque la flor ha salido demasiado pronto.
AITITE: tengo el abuelo más moderno del mundo!! Qué feliz me hacen las palabras que me diriges guiado por tu hija. Un abrazo, amigo, báculo, compañero.
LAURA: Faltaba la poesía de tus palabras por aquí. Te imagino entre la lluvia y la bruma, conjurando a tus meigas y cocinando marisco en un perol enorme, como los de las brujas de los cuentos... jajaja. Abrazos!!!
CARLOS (Chu): Jajajaja!! No se cuentan los secretos de la noche murciana, jajajajaja!!! Qué bien lo pasamos, incluso recordando las películas de miedo que tanto miedo nos dan, jajajaja!!!
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