viernes, 9 de febrero de 2007

JULIO IGLESIAS, OJENETO


Pero... ¿Dónde está Julio Iglesias? No es broma, no lo es. Una de las primeras cosas que mis amigos, familias, parientes y compañeros del Norte me dijeron, me dijistéis, cuando en diciembre me trasladé a estas tierras era una cantinela repetida... - ¿Ojén? ¿Ojén es donde vive Julio Iglesias, no?... Cierto es y no se podrá negar.

En la página web del ayuntamiento, que podéis consultar pinchando a la izquierda en Miscelánea: red de redes, comprobaréis que aparece un apartado específico destinado al cantante. Ahí se confirma que Julio Iglesias tiene residencia en el muinicipio y que su mansión, intuyo que mansión, se llama Cuatro Lunas en honor a los cuatro astros que, hasta el momento de llamarla así, tenía en su vida. Haciendo gala a su propia canción - No vayas presumiendo por ahí, hey!! al artista no se le ve el pelo por la PLaza de Andalucía, ni por la Iglesia de La Encarnación, ni por el Chifle, ni camino de el Cerezal. Parece tener consistencia de leyenda urbana... Al principio, curioso, yo también pregunté, pero a decir verdad mis vecinos ojenetos no le dan mayor importancia... ´

Un día, tras una copiosa comida a base de cuscús, una amiga me cuenta entre café y copita de orujo de hierbas que un pariente trabaja en la mansión del cantante y que en efecto viene con cierta frecuencia, que también Miranda pasa largas temporadas en Ojén y que no es una fantasía, cuento, entelequia, ni leyenda urbana sino una realidad. La explicación reside en la amplitud del término municipal de Ojén que entre hectárea y hectárea tocamos a 23'4 habitantes por kilómetro cuadrado. De ahí que, en efecto, Julio resida en la Villa pero bastante alejado del centro neurálgico. Me cuentan que la finca Cuatro Lunas se encuentra detrás del Hospital Costa del Sol, más próximo a la playa que al Monte, dentro del término municipal, colindante al terreno fronterizo con la vecina Marbella. Ciudad esta última que se quiso apropiarse de la residencia del cantante para su publicidad, diciendo que en realidad la mansión se encontraba en Marbella, y que los ojenetos, ole su arte y su gracia, no permitieron, defendiendo con uñas y dientes la ojenetía de Julio. Me comprometo a buscar la mansión y a sacar una foto de la puerta, no por afán paparazzi, si no para satisfacer curiosidad propia y ajena. Le pediré a Antonia que me acompañe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tenías que ir a Ojén para que descubriera tu faceta de fotógrafo, además le haces a todo, artística, paparazzi...
¿Te ha llegado que ha aparecido Torbellino de Amor? Ha salido en El Correo y lo cuentan en la página: www.mikenedo.com