martes, 10 de abril de 2007

LAS NIEBLAS EN LA CONCHA

Miles de pájaros pían y vuelan. Miles. En torno a los naranjos desflorados, en torno a los olivos del monte. Se ven como una nube que gira a un mismo tiempo en esta dirección o aquella. La niebla impenitente cubría ayer La Concha y hoy lo hace de nuevo. El frescor de esta primavera enloquecida se apodera de las calles de Ojén que regresa y se despereza en su quehacer dotidiano. Ya no huele a inciensos, más al aroma frío de un suave viento norte que traspasa las prendas de ropa ligeras. Hace estremecer al rato. Y un escalofrío. Benja se afeita. Juana toma café y habla por teléfono. Pasearemos por las calles despacio, compraremos el periódico, tomaremos un café o una cerveza en la Plaza de Andalucía y así despacharemos la mañana, con el tempo que nos marca la villa. Ayer paseamos cerca del mar. Estaba azul oscuro y escondía algún secreto que no pudimos desentrañar. Golpeaba los espigones de piedra del puerto pesquero en la vecina Marbella. Los cuatro, Juana, Benja, Antonia e Israel. Desde allí mirábamos La Concha, mirábamos la Cruz de Juanar, veíamos el territorio de nieblas y aguaceros suaves que ha sido durante estos días la Sierra de Las Nieves. Una lluvia fina que ha empapado las empedradas calles ojenetas y las mondeñas y las guareñas y las coínas que ha traido reminiscencias del norte al que regresaré dentro de apenas 15 días para abrazar a l@s amig@s y a la familia que allí queda.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

por estos lares se utiliza más el gentilicio de coíno que el de coineño. No me identifico como coineño.

Saludos de un coíno a un ojeneto.

Anónimo dijo...

Yo pensaba que la txapela era propia del Serantes pero La Concha también tiene txapel handia.Gero arte.

Israel Olivera dijo...

Vaya aquí mi rectificación, navegante coíno. Tanto en estas palabras como en el comentario. Y Gracias!! Aún tengo mucho que aprender.

la-de-marbella dijo...

De nuevo en otoño, este año vamos a volvernos locos con los cambios climaticos. Yo tengo la Concha a la espalda y sigue cubierta de niebla. Añoro el sol, mucho.

Israel Olivera dijo...

Y tantas gentes del norte que vivnieron en busca del astro rey y se han quedado con las ganas. Al menos han encontrado buena compañía. saludos.