Y chispeaba ora sí, ora no. Y cuando lo hacía habíamos de refugiarnos bajo la escueto manto ofrecido por la chimenea de la barbacoa. Allí, apretados, con el calor de las brasas templando espíritus degustamos asado de tira y panceta y txistorra y chuletas y chorizo y pinchitos. Antonia celebraba su 30ª cumpleaños entre la gente que la quiere. Desde pronto en la mañana abandonamos atrás Ojén con el coche repleto, cargado de tantas y tan variadas viandas que sería imposible contar aquí. Entre recado y recado, preparación y preparación gastaba las páginas de un nuevo libro de Camilleri. La logísitca era perfecta y sólo había que esperar la llegada en goteo de la gente que vino y abrazó y besó y regaló y comió y disfrutó y charló y discutió (era jornada de reflexión) y también se mojó un poco... El dios de la lluvia respetó la comida, pero el sirimiri, el calabobos se transformó en algo más serio. Recoger a toda prisa, trasladar de allí acá, cargar la furgoneta.... Juanma y Ara nos abrieron las puertas de su casa, de su sala, de su café, del bizcocho de la abuela para que la patulea se refugiara y continuara la celebración... Diría que hasta bien entrada la noche, con mejicano incluido... Así celebramos los 30 de Antonia, creo que ella fue feliz, así que, en su nombre... ¡Gracias a tod@s!
NOTA: Abrazos grandes, besos enormes, para los que por causas de fuerza mayor no pudieron acudir o tuvieron que marcharse corriendo. Ánimo, que os queremos!!
2 comentarios:
Zorionak para Antonia en su 30º aniversario.
!´Qué los hados os sean propicios...
Muchas gracias familia. Un besote.
Publicar un comentario