jueves, 28 de junio de 2007

EL NIÑO DE LA BICICLETA

Hay algarabía de pájaros que vuelan y sobrevuelan y vuelan y sobrevuelan por sobre los alares. Realizan rizos, giros inesperados en el aire y se esconden tras las chimeneas y en las esquinas. Pían mientras con griterío al igual que los niños sobre las bicicletas en la plaza. Se persiguen un@s a otr@s en un tour de force por ver quién antes, quién primero. Un rubiejo con la cara manchada aprieta los dientes y sigue la estela de la niña del vestido de flores. Él luce camiseta amarilla, pantalón short vaquero y zapatillas deportivas azules, el pelo peinado a raya hace horas se desmelena ahora por la frente. Lleva los ojos cargados de malicia. Embiste a la niña, una y otra vez. Ella corre y comienza a asustarse, y da vueltas y huye hacia la fuente de Los Chorros. Asisto como espectador impasible e impaciente a esta persecución diabólica que me recuerda a aquella primeriza película de Spielberg, Duel... Por fin la niña tropieza y cae, el pompón blanco que le sujeta la cola de caballo se deshace... Se mantiene en el suelo un momento... Se levanta, se sacude el polvo del vestido de flores y continúa su marcha como si la nada hubiera pasado... El niño rubiejo la mira con estupefacción y montado a lomos de su bicicleta, como una estatua, incomprensiblemente, rompe a llorar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo cuentas de tal forma que me has implicado impasible e impacientemente en la persecución y éso que de momento no quiero saber muchas cosas de niños y niñas rubios y morenos...gero arte.
Begotxu.Acércate otra vez al blog.Besitos