lunes, 25 de junio de 2007

REENCUENTROS OJENETOS

Un trazo verde... Otro trazo oro trigo... Uno más azul... Y lila... Luego el fondo estático majestuoso, se desplaza elefantiásico, lento, despacioso, como ramoneando la hierba del paisaje... Así se ven las tierras cuando uno se desplaza, se ven a jirones, fragmentos sobre un óleo, unja instántánea finita que aquí y empieza y ahora acaba... Tras los espejismos del calor y las reverberaciones de un mediterráneo castigado con suavidad por el poniente.... Observo con las vueltas y revueltas por delante el puebvlo blanco que me acoge, el que palpita ahora por mi interior. Ahí está, Ojén, con su escalada, más arriba, más arriba, hacia el monte... Y el sosiego del bullicio en su plaza. Me siento, en buena compañía, tras ausencias voluntarias y obligadas. Reposo mi cuerpo sobre la silla de plástico. Veo algunos rostros conocidos a los que aún no puedo poner nombre. El hombre de los anillos de cobre, la casi niña de gafas cuadradas, la mujer rubia de rostro adusto, la niña mulata de pelo rizado rizado rizado, el moderno aventurero cano, la pareja del bar, la camarera del Lorente, las panaderas sentadas tras cerrar, la niña de la heladería... Así discurre mi tarde, en el reencuentro callado. Me tomo una cerveza, o dos, y dirigo mis pasos a la calle rosal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Besos a la buena compañía.Gero arte.

Anónimo dijo...

Home Sweet Home.

Bienvenido ;-)

PD: Ya falta menos para la "minikedadaciberojeneta", falta poner la fecha.

Israel Olivera dijo...

Kaixo, Diego!!

Debería decirtelo en euskera después de estos últimos días. Ya estoy libre, así que cuando queráis, Guadalinfo Sierranet ya tiene mi número.
Un abrazo!!