Bitácora y cuaderno de viaje y andanzas. La vivencia de Ojén y Marbella, atalayas sobre el Mediterráneo. Punto de encuentro y foro común para los amig@s que en la vida tenemos.
martes, 17 de julio de 2007
HUELE EL CALOR
Huele el calor a trigo y asfalto, a caucho quemado y a tierra seca. Huele el calor de esta tarde a sombras de pino agostado. Huelen tremendos y cálidos aromas. Bulle el canto de las chicharras cricricricricricri inconsolable y apocalíptico. Y el aire a punto de inflamarse, de entrar en combustión salvaje. Veo las tierras amarillas de cereales y aquella isla verde de olivos y naranjos de tronco gris renegrido. También forma parte de Ojén este paisaje de desiertos, es la parte de atrás, más allá de los Llanos de Puzla donde algunas casas se asoman entre los pinares secos, es la cara que se oculta del mar, dónde no llegan los ecos de algunas brisas marinas... Son las tres de la tarde, el calor asfixia, nadie en la carretera, sólo un coche rojo a lo lejos, en la parte alta de los Caracolillos... Apago el reproductor y Fito se desvanece... Ahora sólo escucho el concierto de las chicharras y el ronroneo del coche... Este fuego metafórico entra por las ventanillas...
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2 comentarios:
El viernes lo huelo y lo veo todo.Preparad el aire que voyyyyy!
¡ con los brazos abiertos te esperamos guapa !
bezos.
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