4 de la mañana. Aparecía Ojén como un visión irreal, con esas finas y volátiles capas de humedad velando la luz de las farolas, un borrón anaranjado. Observo algún leve movimiento aquí o allá, una ropa colgada que se orea al viento, y que se mueve sutil en la luz de la noche. No hay nadie en las calles, sólo un cuarteto furtivo frente a Casa Antonia, lo demás es silencio. Reduzco el volumen del aparato d eradio que me trae una versión de Cheek to cheeck, no descifro al artista. Apago el aparato de música, bajo de la furgoneta, poso los pies en el suelo, como un Neil Armstrong modesto, cierro el coche piu-clack-clack y cuando creo que todo es si-len-cio-so llega hasta mí el eco de una canción de George Michael cuando cantaba en Wham! Sonrío recordando el pasado. Miro con prudente cautela a las terrazas vecinas: todo apagado. Atisbo las ventanas: cerradas. No desentraño el misterio de la procedencia de la canción ¿¿??. Abro el portal de la calle rosal, llamo al ascensor, subo, descerrojo la puerta de casa, dejo mi pequeña mochila en el cuarto, despliego un velux, otro, otro... Cuando abro el de la habitación, entra George Michael hasta mi cama y allí baila con sus mechas y con sus dientes blancos... Sonrío de nuevo, el volumen es muy bajito y es como si proviniera de una radio no localizada... Media hora más tarde llega Antonia. Le pongo al corriente de mis indagaciones (ya no canta George Michael, ahora es un medley de rock and roll de los años 50), ella, como hace siempre resuelve el dilema con diligencia y rapidez: - Habrá una boda en la piscina... Sonrío por tercera vez. Enigma desvelado. Os dejo con... George Michael, jaja!!
2 comentarios:
Efectivamente, Antonia ten�a raz�n, era la celebraci�n de una boda en el restaurante de la piscina. En el silencio de la noche yo tambi�n o� m�sica desde mi casa y creo recordar que tambi�n era las cuatro de la madrugada. Bg.
Que fuerte, Geore Michael en Ojen.El idolo masculino de los 80 dejara el pueblo con mas aceite que el Prestige en Galicia.
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