lunes, 17 de septiembre de 2007

MOTORISTAS EN OJÉN

Yo les he visto. En grupos de tres o de cuatro. Sobre el puente que cruza la autovía. Montan a horcajadas sobre sus caballos relucientes. Coloreados los tanques de gasolina, los cascos, los monos, las protecciones. Lucen como extraídos de otro tiempo, como de una de esas películas que Peter Hyams firmó en los años setenta. Parecen pilotos del espacio. Se colocan en esa parrilla tan real como imaginaria y aprietan la maneta del gas a tope. Se les ve salir como una exhalación, como una mancha sobre el asfalto, con ese silbido silencioso que estalla cuando te rebasan. Y así llegan hasta los llanos de Puzla o hasta Coín, sumiendo en un caos de estrépitos a los vehículos apacibles, a los conductores sensatos, a los automóviles precavidos. Adelantan a uno a dos a tres en una alarde de falsas hombrías. Luego tomarán una cerveza y comentarán la jugada, la cara aterrorizada de ese hombre de campo que conducía la Express roja o la expresión de horror que tenía esa mujer extranjera que desafiaba las curvas subida a su Picanto. Y reirán y se mofarán de los pobres inhábiles mortales que respetamos las normas de circulación, que mostramos prudencia debida con el resto de conductores, se pondrán medallas de velocidad y se creerán dioses por un día. No saben, quizá, que también se muere de endiosamiento.
Escucho hoy en la cadena SER el nombre de Ojén. Programa de grandes audiencias, Hoy por Hoy con Francino.


Motos, motoristas, carreras, carreras clandestinas, derrapajes, caballitos a eso se asociaba el nombre de la Villa, y se apuntaba que era esta subida Marbella- Ojén - Coín una de las citas habituales de los motoristas brutales. Yo los he padecido. En el espacio cibernético existe una pgina dedicada a los vídeos. De sobra conocida. You Tube. Pues bien si uno introduce en la búsqueda la palabra Ojén, no se encontrá con las casas encaladas y los pasados moriscos, sino con la velocidad ramplona de los motoristas suicidas. Haced la prueba. Podéis pinchar AQUÍ para comprobarlo.
Justos por pecadores, la parte por el todo. No hace falta subrayar que, afortunadamente, detrás de muchos cascos sigue existiendo cerebro.

1 comentario:

bgs dijo...

Ciertamente entre el grupo de conductores de motos es donde existe mayor número de accidentes, tanto en carretera como en ciudad con los ciclomotores. Aunque no se puede medir a todos con el mismo rasero en la mayoría de casos da la sensación que ellos utilizan su propio "código de circulación". Y lo peor del caso es que en muchas ocasiones ponen en riesgo a los demás conductores y peatones. Un saludo. Bg.