FURIAS Y OTOÑO

Parece que este otoño in crescendo quiere arrabatarnos la tranquilidad para llevársela en volandas. Fueria de truenos, la casa fantasmal habitada por los relámpagos de la tormenta, el repiqueteo feroz contra los metacrilatos provisionales (casi un mes ha pasado desde la granizada y aún, por diversas razones y motivos no tenemos los criitales nuevos instalados), las chispas blancas que hacían dibujos en las ventanas, el temblor del aire en el retumbar de la tronada... desde las cinco d ela mañana en adelante, pendientes de la flaqueza del apaño provisional en las ventanas. Ahora, una luz perezosa, matizada de azules y amarillos, entra en la casa y busca sus esquinas para reconfortarles tras el fragor d ela batalla de esta noche. Un blog, es un cuaderno de bitácora, semejante al que los marineros utilizan para anotar las incidencias del día, temo que este otoño abrumador de aguaceros lleve este navío que se llama Barcarola Ojén a la deriva, hacai el maeltrom vikingo. En fin (suspiro)