martes, 13 de noviembre de 2007

EMBOZADA

Embozada, casi se transforma en sombras. Camina rápida, diligente, a pasos cortos. LLeva un chal que le cubre la práctica totalidad de la cabeza, con la mano izquierda se lleva los faldobnes del mismo a la cara. Queda cubierta. Toda su vestimenta, negra. Zapatillas negras, vestido negro, camisa negra, rebeca negra, chal negro. Se recorta con la luz tenue que llega desde el centro del pueblo, apenas se la ve cuando pasa frente al Solís. Apenas se distinguen sus cejas por encima del embozo. Según entra el frío del otoño camina cada vez un poco más ligera, como si el fresco le mordiera los talones. La veo sólo un instante, nos cruzamos. Ella camina hacía el Solís, yo hacia el Castillo. Pasará la setentena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Hacia dónde irá?
Yo a veces "juego" a adivinar adónde pueden dirigirse las personas.
Del domingo al lunes hice una apuesta.Consistía en afirmar que en 24 horas oiría más de cien veces "por qué no te callas" en los medios pero sin ponerme voluntariamente a ello.Fueron 47.
Pero de ayer a hoy unque no llevo la contabilidad ni te cuento.Gero arte.