Bitácora y cuaderno de viaje y andanzas. La vivencia de Ojén y Marbella, atalayas sobre el Mediterráneo. Punto de encuentro y foro común para los amig@s que en la vida tenemos.
lunes, 12 de noviembre de 2007
LUCES Y LA LUNA
Las luces más allá, los caseríos dispersos, las fincas lejanas iluminadas en la noche parece que estén suspendidas del cielo negro y oscuro. Rojos los avisos de las torres de comunicación, anaranjadas las que iluminan el inicio de la carretera, blancas y puntillosas las de las calles, casi azules... Algunas parpadean y desaparecen cuando el viento mece los árboles que las ocultan y vuelven a aparecer de la nada y desaparecen y aparecen y vuelven a desaparecer. Igual que los coches que discurren hacia el cementerio nuevo, hacia el puente de Cordobachina, que iluminan las curvas sinuosas y barren horizontes oscuros para apagarse de pronto tras un recodo. Las luces parpadeantes de los televisores que guiñan en el interior de las casas de persianas abiertas, incluso el reflejo inconstante de las llamas de una chimenea queda expuesto, recortado, en los cristales de las ventanas. Algún destello rojo, luces de freno de un coche. Y allá, en el horizonte, el vaivén lento y reposado de algún barco en alta mar. Y la luna.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Esta descripción de la noche és la misma para mis ventanas, a 1000 Kms de distancia, salvo en que yo en vez de luces de barco veo iluminado el tortuoso camino del funicular y aquel sempiterno punto intermitente que es el pirulí.
Yo la del Pirulí también la veo pero las del funi "Catxis" por un poquito.Richard:Estoy viendo tu casa.
Irsa:Observa si hay visos de algun tipo de luz en LA Casa Amarilla que voy y la compro.(DE Bilbao tenías que ser,polita).Gero arte.
Publicar un comentario