viernes, 4 de enero de 2008

LLUVIAS

Me asomo a la ventana. Veo a mi vecino Fernando descender por la calle rosal a copañados de dos de sus perros. Hace frío, 8ºC, y va bien perterchado. Parece que el temporal nos abandona tímidamente y una pincelada, atisbo, de cielo azul aparece en lo alto. Qué necesidad de sentir el calor del sol desentumeciendo los huesos, haciendo nubes de vapor con la humedad aferrada a ellos. El invierno parece fuera de lugar en la Villa, como si la estación no le perteneciera, como si la tolerara de mala gana. Ayer Ojén chorreaba por sus calles, torrenteras de agua descendían por las cuestas y se colaban con fuerza por las rendijas de las alcantarillas. Formaban ríos sutiles y sinuosos sobre el asfalto, eses y eses. Por los canales de desagüe de la carretera corría vehemente un agua de color marrón, roja en ocasiones, y así parecían trombas de inundación en miniatura. Escucho ahora, al tiempo, en la radio, que el temporal abandona Andalucía y que las rutas marítimas del Estrecho se han reestablecido completamente. Veo en el cielo un guiño de sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El guiño de sol os lo mandábamos desde Euskadi.