La ley de los contrarios argumenta que no hay mal sin bien, día sin noche, blanco sin negro o luz sin oscuridad. La prueba me la remitió ayer Juana a través de correo electrónico. Mientras el sol se deslizaba con suave tenacidad por las laderas de los cerros ojenetas y moreaba las faldas de las montañas más altas, mucho más al norte, más de 1.000 kilómetros, el cielo se comprometía con la tormenta y presentaba sus credenciales más tenebrosas. Luz y oscuridad, ayer fueron Ojén y Barakaldo. Comprobadlo en estas fotografías. Ley de contrarios. Asusta. Eran las ocho y media de la tarde.
Bitácora y cuaderno de viaje y andanzas. La vivencia de Ojén y Marbella, atalayas sobre el Mediterráneo. Punto de encuentro y foro común para los amig@s que en la vida tenemos.
miércoles, 2 de abril de 2008
LEY DE CONTRARIOS
22ºC el cielo radiante, azul intenso, inmaculado, sin mancha de nubes.
La ley de los contrarios argumenta que no hay mal sin bien, día sin noche, blanco sin negro o luz sin oscuridad. La prueba me la remitió ayer Juana a través de correo electrónico. Mientras el sol se deslizaba con suave tenacidad por las laderas de los cerros ojenetas y moreaba las faldas de las montañas más altas, mucho más al norte, más de 1.000 kilómetros, el cielo se comprometía con la tormenta y presentaba sus credenciales más tenebrosas. Luz y oscuridad, ayer fueron Ojén y Barakaldo. Comprobadlo en estas fotografías. Ley de contrarios. Asusta. Eran las ocho y media de la tarde.


La ley de los contrarios argumenta que no hay mal sin bien, día sin noche, blanco sin negro o luz sin oscuridad. La prueba me la remitió ayer Juana a través de correo electrónico. Mientras el sol se deslizaba con suave tenacidad por las laderas de los cerros ojenetas y moreaba las faldas de las montañas más altas, mucho más al norte, más de 1.000 kilómetros, el cielo se comprometía con la tormenta y presentaba sus credenciales más tenebrosas. Luz y oscuridad, ayer fueron Ojén y Barakaldo. Comprobadlo en estas fotografías. Ley de contrarios. Asusta. Eran las ocho y media de la tarde.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Claro, no me extraña que luego ni con dieta a base de lechuguitas y tomates...
bezos
Pues ahora luce un timidísimo solito con txapela blanca en el Serantes.Ahora te mendo una foto.
Tu escrito de hoy me sugiere el ying y el yang,el Norte y el Sur.Barakaldo y nosotros,Ojén y vosotros.Besos
Ahí está mi casa aunque no se ve con la niebla, casi en el centro de la primera foto.
Publicar un comentario