domingo, 6 de julio de 2008

ES HORA DE SIESTA

Es la hora silente, la de las perezas despaciosas y las siestas prolongadas. La hora de la desgana autorizada, de la protección de las sombras, de la quietud inusitada. No hay nada en la calle, el aleteo de alguna bandera, el vaivén lento de las hojas de los árboles, el correr de las arenillas calle abajo. Lo demás, todo es silencio. Los pájaros se agostan bajo los alares de los tejados y un perfume de tierra seca carga el ambiente. El cielo parece tallado allí arriba, por lo quieto, azul y vacío. Las lonetas que cubren las terrazas se mecen al ritmo del viento delicado. El llanto lejano de un bebé a lo sumo, el chapoteo, lejos, de un piscina. La vida se para. Es hora de siesta. 34ºC en el exterior.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Besos a Sara y que cuente algo en el blog.Gero arte.

david dijo...

la "hora sixta" de los romanos