lunes, 27 de octubre de 2008

FIRE AND RAIN

Pronto comenzarán a humear, las chimeneas. Aún falta ese sutil aroma de brasas de naranjo en el ambiente para completar el puzzle del otoño en su plenitud. Rememoro los perfumes del año pasado, la densidad de los olores que transitaban por los recodos de la villa, que se escondían bajo los alares, un toque de reconfortante aroma de hogar, la sensación atávica y primitiva de dominar el fuego, una conexión casi telúrica con la tierra. Los carbones encendidos en los braseros y así imaginar a las mujeres aposentadas al abrigo de su mesa camilla. Las brasas anaranjadas en el lar d ela cocina e imaginar al hombre paciente tejiendo espartos con sus manos desnudas. El rescoldo tímido del fuego antes rutilante que permanece, ahí, desnudo en el fondo de la chimenea. La lumbre tras la rejilla de forja negra y el niño que mira su crepitar. La hoguera domesticada e introducida en los hogares para templar las frías estancias en el invierno. Así como el hombre llevó a las cavernas aquel rayo desprendido del cielo en la noche de tormenta, regresamos a él en los inviernos crudos, en los otoños apretados del siglo XXI. Un fuego dócil, aprisionado entre las paredes de barro, entre los ladrillos, un fuego al servicio del hombre que de cuando en cuando se rebela y asola todo a su paso. Digo, que aún falta el perfume de la brasa de naranjo para que el rompecabezas del otoño de complete. Bajan las temperaturas, no tardará en invadir las esuquinas de estas calles encaladas.
Os dejo una canción para escuchar a la luz de la lumbre... Fire and rain de James Taylor (Extraida del album Sweet baby James de 1970)...


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayyy la mesa camilla con el brasero. Y unos pastelitos. uummmm!!!. Eso sí, del brasero no te podías salir, por peligro de congelamiento.

Antonia

Israel Olivera dijo...

Hablamos con el norte. Dicen que allí hace mucho frío, están en alerta naranja desde hoy. Mañana descenderán las temperaturas en diez grados. Se preparan con chamarras, bufandas, gorros, botas y paraguas...

Anónimo dijo...

No me gusta especialmente James Taylor, me paece un hippie pasado de vueltas, pero esta canción es redonda, estupenda, la verdad. Igual tengo que reescuchar algunos discos... ¿o no?
Juan Barcia