Ya no hay tiempo de buscar refugio entre las sábanas y antes de que el despertador acapare la brumosa inconsistencia del sueño último reposo los pies sobre las frías baldosas. Un día de nieblas ciertas se asoma por la ventana. Pertinaz y sólida como una roca la calima presagia un día oscuro. Un leve gesto hacia los ojos, el sutil estiramiento de las cervicales, las gafas de pasta negra. Miro hacia atrás y veo aún cómo Antonia se debate entre el sueño vaporoso y la mañana enhiesta. Un pie sobre otro, la puerta abierta, cafetera, la radio... Gestos mecánicos repetidos cientos de veces en una rutina tan nuestra como impersonal. Aquí en Ojén y antes en Barakaldo y en Leioa y en Marbella y en Castro... Toma la mañana el cariz de lo habitual, del territorio conocido de lo cotidiano. Después viene el despertador, y sacudirse las últimas perezas y quedar estupefacto en las noticias y creer que Obama ya es un nuevo vecino. Desspués todo lo demás. Hasta ahora. Lunes, es lunes. Prefiero los domingos.
Nota: ortuellako me lo sugirió ¿y antes de la mañana del lunes?
3 comentarios:
Ya,Israel.Pero ¿y ese momento en que sales de la inconsciencia pensando que es domingo? Duele ¡eh?.Bueno,como tu dices,con la rutina del cafecito te vas ambientando.Luego llega el lunes después de comer y el mundo clama SIESTA.AL menos eso es lo que pedían hoy por la tarde todas mis compañeras.No ha podido ser.
Sigue con tus palabras que a mí me benefician de verdad.¡qué egoistona!
Agur y un abrazo.
¿alguien tiene una pócima, receta ó invento que me haga dar un bote por las mañanas de la cama?
bezos
¿Antes de la mañana de los lunes?
Que te hayas equivocado al revés.O sea,que sea sábado por lo menos.
GERO ARTE.
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