Bitácora y cuaderno de viaje y andanzas. La vivencia de Ojén y Marbella, atalayas sobre el Mediterráneo. Punto de encuentro y foro común para los amig@s que en la vida tenemos.
miércoles, 21 de enero de 2009
EL PASTOR Y EL VIENTO
Arrecia el vento desde la calle, asciende con vértigo por entre las callejas, sube y sube y sube... Se cuela por las rendijas de las ventanas y ulula como los lobos de los cuentos antiguos... Recorre calle Rosal e impacta contra las muros últimos donde el camino acaba... Así rememoro las historias que Benja me contaba en los tiempos infantiles, cuando sólo el ulular del viento invocaba en la imaginación aquellas majadas extremeñas donde vivía el pastoreo con su padre, la piedra húmeda, el cascabeleo de los cencerros, los pasos silenciosos del lobo, el aullido... Hoy, más tarde, en Ojén pienso en los caminos recorridos y me imagino allí, en el mirador del Corzo, con Sierra de Las nieves echada a al espalda y en cómo tuvieron que ser los tiempos antiguos, cuando las luces de la Costa del Sol se reducirían a los faroles de las callejas marbelleras y el fondo silencioso de una Benalmádena empequeñecida. Imagino al pastor de cabras mirando el centelleo allá abajo, como una promesa o una ilusión, mientras el mismo viento, de igual ímpetu, agitaba las ramas de los olivos de Juanar. El pastor se calienta las manos en una fogata mínima, se arrebujaba entre las mantaas ásperas y soñaba que el ulular de ese viento, algún día, traería los aromas de aquellas luces tan lejos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
El abuelo MArcelino,en primavera y verano vivía en las majadas cuidaando el rebaño,custodiado él y su rebaño por un mastín y una perra pastora llamada Mora.No teníamos miedo al lobo.Les sentimos aullar muchas veces pero nunca llegaron al rebaño.Respeto sí se les tenía porque sólo su aullido te ponía la carne de gallina.UUUUUUHHHHHHHH! Que viene el lobo......UUUUHHHHHH!
Bihar arte.
Que voy p´alla.Gero arte.
Un abrazo desde Ojén para todos los seguidores de Las Estaciones y los Días.Gero arte.
Bien. El viento. El ciclón y la ciclogénesis vivida, ¿? (oye, que de todo se aprende). Ahora que ha cesado el ventarrón, pero ventarrón, ventarrón... parece que en la cabeza todo vuelve a organizarse, (me recuerda al icono de desfragmentación...je, je) y he visto... las barracas de San Vicente abiertas, inundadas de niñ@s, felices, sonrientes, sudorosos tras pasar por las camas elásticas, CON ALGODONES DE AZÚCAR ROSAS, que uno de ellos iba deshilachando como quien deshilacha la vida, sin saberlo claro,pues ahí está la magia de la niñez. Y entonces me he acordado del "Naturgas"... de las brasas de naranjo... y de que ahora no necesitáis nada de eso porque tenéis CALOR DE MADRE.
Que disfrutéis. Sean felices y que llevéis a Antonia , la próxima vez que venga, a comer una piparra en el ANDONI que las pone cojoformidables. BESIS.
¡Cómo te expresas..Barakaldotik!
desde barakaldo YA (jo...y con una mini-rama de naranjo ojeneta para ti).
Besos a todos los ojenetas,marbelleros,madrileños,vascos y de todos los lados a los que ayer nos unió en una especie de comunión con algunos matices místicos y a la vez festivos EL LATIDO DEL DUENDE.Fue una tarde sencillamente maravillosa.Gero arte.
VELADA MÁGICA en la Cueva.¿Quién se quedó con EL DUENDE?.Qué lo deje latir y nos llegue un latidito para cada uno.Un abrazo para todos los implicados en el Corto.Estuvo genial.Y el ambiente irrepetible.
Barakaldotik y Juana: La próxima nos tomamos unas piparras en el Andoni con unas cañitas.
Me encantó la velada de ayer. Geniales los protagonistas del documental y Fantásticos los creadores.
Bezos
¡Enjundioso Blog, viva Dios!
Esta tarde estoy bastante ocupado y no lo he podido leer todo, pero volveré sobre él -ya está memorizado en favoritos- para seguir disfrutando.
¿Eres de Barakaldo? Yo trabajé una temporada en Zaráuz hace muchos años, cuando arrancaba la escuela de hostelería Euromar donde estudiaron Karlos Arguiñano, Ramón Roteta y otros hoy famosos cocineros.
Te felicito por tu sensibilidad artística y por tu deleitoso saber decir.
Saludos afectuosos.
Francisco Espada
Publicar un comentario