martes, 8 de mayo de 2007

LA CRUZ DE JUANAR, DESDE ALLÍ ARRIBA

Ha costado. Hacía calor. Hemos parado dos veces y una última. Pero hemos logrado atisbar África entre las brumas del Estrecho. El Hombre Alto que Camina Solo y El Autor del Blog hemos dirigido nuetros pasos hacia Juanar y El Mirador con la intención de regresar sobre nuestros pasos y conducirnos hasta Istán, pero no hemos podido resistir el impulso totémico de la Cruz de Juanar (1178 metros de altitud). Estaba allí, sobre nuestras cabezas (- ¿Por qué suben?, le preguntaban a Sir Edmund Hillary - Porque están ahí, contestaba el conquistador del Everest / también se atribuye la frase anecdótica al escalador Reinhold Messner). Llevabamos agua y bocadillos. Y entre las opciones que se nos ofrecían hemos optado por ésta. Camino empedrado, plagado de roquerío suelto y unos lomos de caliza y cuarzo promesas de resbalón. Poco a poco, poliki, poliki, un pie y otro respirando. Hemos contemplado el paisaje bajo nuestros pies, imposible otear el horizonte por noi hacer caso omiso al refrán de "mira por dónde pisas". Oímos a los trabajadores forestales allí abajo, desbrozando parte de los montes para la llegada del verano, máquinas en la naturaleza, obligación y necesidad para la prevención de incendios. Todo parece minúsculo desde la falda de la Cruz, excepto dos cosas: la cumbre arriba y uno mismo. Llegamos.
El Hombre Alto que Camina Solo con sus zancadas voraces hace cumbre primero, levanta las manos como un émulo de Rocky Balboa. Hay una pareja allí. Cera derretida bajo la Cruz negra de hierro, ramos de flores, flores también para la Virgen del Carmen que reside como estatua impávida ante el Mediterráneo. llega un hombre solo, congestionado, extranjero. Le ofrecemos agua, ya tiene, nos hace con una seña, a lo que añade, frotándose la frente con la mano: - Fifteen Minutes (quince minutos). Parece que ese es el tiempo que ha tardado en subir. No sé si récord, pero rápido sí ha sido, seguro. Tiramos fotos, llamamos a Esti y a Benja, a Juana, a Antonia ( a la que saludamos allá abajo, lejos, lejos y tan cerca al motro lado del teléfono). Bebemos agua, comemos nísperos de Antonio y bocadillo. Bajamos. Y charlamos de viajes, de Las Negras, de Formentera...

APUNTE: El relato épico (así me lo ha parecido) de la ascensión a la Cruz de Juanar es cosa del Autor del Blog. Los montañeros experimentados sabrán que la ruta se considera fácil-media.

No hay comentarios: