miércoles, 4 de julio de 2007

LAS HISTORIAS QUE LLEGAN Y OJÉN

Me llegan las historias... Como un susurro las escucho en los bares o en los cafés o a viva voz o en los escritos virtuales... Me llegan entre el griterío de l@s niñ@s en la piscina, los gruñidos de l@s mayores en la plaza, el sonido del vecindario cotidiano... Me llegan a veces aumentadas por los garabatos de la ficción que la mente completa, a veces con el poder totémico de la realidad histórica, a veces a través de la vieja imagen de una vieja mujer con viejo moño, a veces en un comentario distraído en la panadería o en la tienda de periódicos o en una página web amiga o con mi cámara canon... También relatadas por un tercero en referencia a un cuarto sobre un quinto, o en la mirada de un hombre asombrado o en la de una mujer ceñuda... Así llegan las historias de la crónica rosa de l@s amantes y de la crónica negra del asesinato del lotero o de la crónica roja de los incendios... Llegan y se quedan, a veces... Otars se van y vuelan... Provienen de todos los puntos cardinales y van de norte a sur y por el oeste y al este en una dirección u otra... Aún no me ha llegado la del susto en la noche o las apariciones marianas o los visionarios iluminados o las casas encantadas o la fiera que aúlla tras la última farola... Todos los pueblos tienen una... A cambio recibo las historias cotidianas que florecen entre las macetas, los adoquienes y las casas encaladas... Y esas, de verdad, son las mejores...

NOTA: ¡Estoy preparado para la "minikedadaciberojeneta"! Jaja...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Isra:Mira a ver si por Ojén se conoce ésa de....
María-ría ría
dame la asadura que me quitaste de mi sepultura.
¿quién será mamá? ¿quien será?
calla, hijita que ya se callará
No me callo no que entrando por la puerta estoy.......

El miedo que me metía amama y el que te metía yo a ti las poquísimas veces que me dejabas siquiera intentarlo.