Paseo entre la humedad sofocante y escucho retazos de conversaciones, sin principio, sin fin, sólo una bocanada aquí y allá.-
- Era una corraleta, y nada más, sólo una corraleta...
- No te digo que pasé al lado suya y me quiso alcanzar con el bastón. Pero si ni siquiera le dije nada...
- Lo que no puedo hacer es intentar...
- Pero tienes que ir a natación, no ves que es bueno saber nadar, para cuando vayamos a la playa con la abuela...
- No, no, me lo dijo él...
- Buenas, buenas, a la paz de dios...
- A ver si acabamos esto ya, que hoy es viernes...
- Pase, pase, señor, no hay peligro...
- Pues estuvimos allí, de paso, para ver el Museo Guggenheim, fuimos en metro y nos gustó más... el continente, está vacío de contenido... ¿Su madre se fue ya?
- El tío está cuajadito perdío, que no quiere hacer ná, que no quiere a nadie. Y así se pasa to el día entero, sentao en el sofá...
Los ecos de los ojenetas en un paseo breve, sin afán de cotilleo, sólo lo que trae el viento, como diría Marvin Gaye I heard it through teh grapevine...
5 comentarios:
Desde aquí me llegan los ecos de las conversaciones ojenetas.Por ejemplo:Sé quién habla del continente y el contenido de un famosísimo museo de Bilbao conocido internacionalmente.
A toda la gente de Ojén que no conozca Bilbao les animo encarecidamente a visitarlo y vivirlo.Casi seguro que rompen con la idea que tenían.(Y no soy de Bilbao,éste es un chiste entre vascos)
No tengo palabras para explicar c�mo te explicas(valga la redundancia).Supongo que ser�s escritor o periodista o algo.No s� pero te sigo y me encanta.
Anónimo: Jaja, gracias por los elogios, algo de lo que dices hay, algo hay...
Juana: pronto disfrutaré de nuevo (no me cansaré) de ese baserri de titanio que Mr. Frank Gehry cosntruyó hace ya 10 años!! en el corazón de la capital bilbaína. Baserri de titanio por el que algunos siempre apostamos y que ahora tucún-tucún, tucún-tucún es el corazón del nuevo Bilbao que crece a más y mejor...
saludos!!
ese baserri con el que ha cambiado la fisomìa de bilbo y lo mucho que me gusta pasear por èl,creo que es un buen motivo para ver lo bonito que ha quedado nuestro entorno y regresar de vez en cuando para disfrutarlo y no echarlo mucho de menos ,un fuerte abrazo
Siempre se echa de menos los lugares que a uno le gustan. Ir de pintxos por el Casco Viejo (al Saibil, al Berton, al Irrintzi), tomarse un café con hielo en la Plaza Nueva, sentarse a esperar en las escaleras del Teatro Arriaga, quedar en el Boulevard (no sé si permanece cerrado o ya se ha reabierto), pasear por el Arenal... En fin (suspiro), pronto lo haré todo de nuevo, al menos durante unos días...
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