jueves, 1 de noviembre de 2007

HANNELORE KRAMER Y ANTHONY STEELE

Pasamos la noche de los monstruos entre nubes de cerveza mejicana y tequila. Nos acompañamos de calabazas y velas y gatos negros, también de alguna historia oscura. Escuchamos música de los sesenta y aullamos a la luna entre los vapores etílicos. Así vivimos Halloween. Ningún niño tocó en nuestra puerta para que concediéramos truco o trato aunque los vimos pasear por las calles de Ojén vestidos de muertos redivivos y vampiros preadolescentes. Absorbemos esta fiesta como propia, el mundo global tiene esas cosas, lo de hacer propio lo que siempre nos ha sido ajeno. Bebemos y nos emborrachamos de las fuentes anglosajonas aunque jamás hayamos pisado un camposanto. Hoy desde este cuaderno de bitácora y sin querer resultar pérfido, negro o macabro quiero rendir homenaje a dos desconocidos que reposan en el cementerio de Ojén. Y bien les califico de desconocidos porque desconozco sus historias, desconozco quiénes son, desconozco cómo y cuándo llegaron hasta aquí y se quedaron, desconozco si fueron buena gente o les consumieron los diablos de la envidia o la violencia. Nada sé de ellos, sólo sus nombres escritos. Vaya aquí este guiño en el día de difuntos para Hannelore Kramer (1932-1991) y Anthony Steele (1931-1986). Salud.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues hoy, tu barrio y el del aitite estaba "animadísimo".Imagínate.Acuérdate delo que hacíais desde el balcón a los que iban cargados de escaleras,trapos y flores al Cementerio de Sanvi.Besitos.Agur.

bgs dijo...

Israel, en el cementerio viejo también hay una lápida cuya leyenda dice:
G.N. CHERRY
2-6-1992
15-4-1994
J.D. CHERRY
23-2-1923
12-3-1995
¡VUESTRAS HIJAS OS RECUERDAN!

Es de color negra con las letras en blanco, está al fondo y no tiene ningún tipo de abalorio que sirva de recuerdo como los típicos ramos de flores, es más su epitafio es bien simple. Desconozco quienes pudieran ser.Bg