11,2ºC. El Cerro Nicolás mantiene su penacho de niebla sobre la cima en un gesto que ya es habitual en la mañana. Pese al cielo gris, el presagio de los pájaros cantores avanza un paréntesis de ambiente templado. Son pocos aún, apenas si una bandada, pero ya están aquí. Intuyo entre las nubes un par de pinceladas azules que aparecen y desaparecen y ansío que el sol de la mañana asome por la calle Rosal, avance en la mediodía, e ilumine la calle Azahar con ímpetu por la tarde. Templar las paredes, los huesos, calentar, suave, los tejadosl, las terrazas, las ropas tendidas, evaporar el rocío de la noche... Es una mañana de promesas, inconclusas aún. Veremos.
NOTA: En la calle hoy se oye el bullicio apagado de los escolares regresando al colegio tras el periodo vacacional. Arrastran los pies y uno de ellos también la mochila.
3 comentarios:
Olivera, mira que te gusata a tí la primavera, ¿eh? Mejor dejamos que las estaciones cumplan sus días que luego los fríos meses que quedan son crueles con los nuevos brotes y los pequeños gorriones...
Besos
El parte meteorológico anuncia un veranillo corto y suave, así que, lo disfrutaré mientras se pueda... Aunque he de decir que esta misma mañana cuando dejaba Ojén comenzaba a caer un inquietante sirimiri...
Saludos y un abrazo grande.
Sí,sí..el bullicio de los escolares apagado porque era el primer día.
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