Se encontraron las feligresas a su salida de misa con el despendole del cabaret. Payasas de rojo colorete, un sosias de Freddy Mercury, pomposos maestros de ceremonias y ligueros rojos para el can-can... Se teñía de color la tardenoche ojeneta con los malabares y los juegos de niños. Suenan las ocho, cruzan las mujeres el umbral de la iglesia, miran con desaprobación algunas, con desenfado las otras, tras de sí, cierran la puerta... Se disgregan por entre las mesas de los espectadores, buscando hijos o nietas, desaparecen en el gentío... Continúa el remedo de cabaret berlinés, con ese aire de decadente improvisación... Charoles en las chaquetas, sombreros bombín y de copa, arqueo de piernas, una versión de summertime, griteríos y cánticos, musicales de Broadway... Cabaret... Los niños festejaban y reían, algunos ojopláticos, boquiabiertos... Los adultos seguían las chanzas de las situaciones subidas de tono... Los mayores disfrutaban del espectáculo de buen grado... Aplausos para los cabareteros, vítores para las bailarinas, risas para la carnavalada...
Ojén disfrutó ayer de su particular versión de Cabaret, los alumnos del hotel escuela Bellamar interpretaron números musicales y versiones de Broadway dirigidos por Jerry Van As...
3 comentarios:
¡¡¡ Ay que pena no haber podido estar !!!
bezos
¡Cómo os lo pasais en Ojén!
Israel:Según lo cuentas lo estoy viendo y viviendo todo.Le pongo algun aditamento por mi parte y LISTO.Agur.Sigue haciéndonos vivir así las cosas sencillas.
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