jueves, 22 de mayo de 2008

ESCUELA DE CALOR

Llega el calor, como una ráfaga de aire templado que penetra en los pulmones, en las fosas nasales, en el fondo de los párpados... Acerca los aromas del pasado entre vaharadas de secarral y campos amarillentos... Veo cómo el terruño de los olivos se consume agostado por la premura de los soles de primavera tardía... Observo a los gatos perezosos buscar la sombra de hierro forjado que proyectan los bancos sobre el pavimento... Compruebo cómo las mujeres caminantes retrasan la hora de su paseo vespertino... Distingo la humedad dibujando formas imposibles en la espalda del caballero de traje absurdo... Contemplo al mayor callado enjugándose el cuello con un pañuelo bordado... Atisbo entre las sombras de una cortina a la joven bebiendo agua fresca directamente de una botella... Distingo al final de la plaza a ese niño empapado de sudor que corretea tras un balón... Y al adolecente granujiento lucir abdominales inexistentes tras quitarse de enmedio una camiseta roja.... Así nos aliviamos, con café helado, cerveza fría, fresca agua de la fuente, uno o dos magnums, abanicos, sombras, tajadas de sandía recién cortadas...
Aún no ha empezado y el calor ya está en boca de todos...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ene,y estamos en mayo...pues yo la verdad,recuerdo el julio de Ojén y encontraba el calor llevadero.Ya sé que iba a la playa y a la pisci y que estaba de vacaciones...gero arte.

Anónimo dijo...

Me ayudas a recrearme en imaginar las situaciones,las escenas,el paisaje.Hace falta de vez en cuando pararse a soñar dada la vida tan movidita que llevamos.Eres un bálsamo y una terapia para mí y una amiga mía que no se atreve a escribir.Ahí queda éso,Isra.

Anónimo dijo...

En Euskadi escuela de sirimiri,¡vaya sabadito! Gero arte.