El Ojeando Festival cierra su edición de 2008 con gran éxito de crítica y público
Tras casi 72 horas de cultura gratuita el Ojeando Festival 2008 echó ayer el telón a la espera de una nueva edición
Las bandas malagueñas brillaron con luz propia en un evento que reunió a los mejores talentos del pop-rock independiente
Ojén clausuró ayer el Ojeando Festival 2008, un evento que se demostró único en su género y que atrajo el interés de miles de malagueños que rebosaron las calles y plazas del municipio. Un festival integrado en el corazón mismo de la villa que palpitó de manera casi ininterrumpida durante todo el fin de semana.
Los tres escenarios del Ojeando Festival rebosaron de energía popera las noches del viernes y el sábado. El cartel encabezado por La Habitación roja, Niños Mutantes y Triángulo de Amor Bizarro arrebató al tiempo y a la madrugada el protagonismo y se transformó en estrella indiscutible del evento. Así mismo la música malagueña dejó patente su altísimo nivel de calidad ofreciendo en los tres escenarios del festival su particular y ecléctico sello. Bandas como Dry Martina, Oniria o Model Monroe abrieron el abanico de estilos desde el swing potente y cadencioso y el pop rock independiente pasando por la furia electrónica.
La villa de Ojén abrió sus puertas a destacadísimo número de visitantes que no dudaron en formar parte activa del festival. Se conjugaron los ambientes delicados y cálidos del Escenario Cuevas con perlas como Anni B. Sweet o Zahara Eléctrica y el folk mestizo de JF Sebastian en el Escenario Plaza donde cautivaron a un público entregado. Un festival que transcurrió sin incidentes destacables y en el que la cultura se conjugó a la perfección con la diversión.
Los más pequeños quedaron atrapados en las redes de Piratas del Caribe con la compañía Ilusionarte. Un barco corsario surcó las procelosas aguas ojenetas entre disparos de trabucos y ruidos de sables de espuma. Una retahíla de niños y niñas imaginó ser bucanero por una mañana de sábado o la sirenita por una mañana de domingo. La palabra contada y Picasso se combinaron en el Museo del Molino dibujando la magia del pintor malagueño en las voces de sus poetas amigos. La exposición Picasso y la poesía conjugó la pintura y la escritura en un solo ser. Así mismo Marruecos también estuvo presente en la villa ojeneta gracias a una exposición fotográfica en la que la vida del país vecino quedaba reflejada con la delicadeza de una mirada cómplice.
2 comentarios:
KAIXO!
Enhorabuena por lo completísimo y variado y ameno y para todas las eades que ha supuesto el Ojeando 2008.
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