Hoy, un hombre vestido de negro, chaqueta de pana, foulard al cuello paseaba y leía una libro blanco como el horizonte. Leía unos poemas desgajados de Conciencia Sucesiva de lo Hermoso de Juan Ramón Jiménez. Leía y paseaba y levantaba la vista y pretendía ser consciente de esa hermosura proclamada. Caminaba a paso lento y leía más lento aún, mascaba un verso con otro verso y así se dejaba poseer en la mañna fría de otoño.
Conciencia de hondo azul del día, hoy / concentración de transparencia azul; / mar que sube a mi mano darme sed / de mar y cielo en mar, / en olas abrazantes, deal viva. / Mañana de verdad en fo8nube,ola, espuma ndo de aire / (cielo del agua fondo / de otro vivir aún en inmanencia) / explosión suficiente / de ola y nube) / para llevarme en cuerpo y alma / al ámbito de todos los confines, / a ser el yo que anhelo / y a ser tú que anhelas en mi anhelo. / Concinecia hoy de vasto azul, / conciencia deseante y deseada, / Dios hoy azul, azul, azul y más azul, / igual que el Dios de mi Moguer azul, / un día.
Qué decir de ses hombre enlutado que camina y lee y en su mirada azul también se pierde el azul de este día frío, otoñal y mediterráneo.
4 comentarios:
AYEHDNQCYL
Que lo paseis bien en la ruta de hoy.Besos.
ama
HOLA
El hombre seguro que tenía unos cuarenta y tantos.¿A qué sí?.No sé.me lo imagino de esa edad.
¡Que elevada lectura matutina!
Susi
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