11 DE MAYO

Siempre son días un tanto inciertos. Los cumpleaños te aferran a la vida y te liberan, te atan y te hacen volar. Siempre, en estas fechas y desde hace tiempo, me gustaría huir a algún sitio tibio, con una brisa cálida que me meciera en volandas en una playa desierta. Sólo creo que me gustaría porque desde la mañana comienzo a recibir sms, llamadas, mails, comentarios en los blogs, en facebook y el aspirante a vida solitaria se confraterniza con el mundo con cada gesto de cariño. Ayer, en la noche, mientras trabajaba y no podía atender las llamadas que recibía me decía que debo sentirme dichoso ante la atención prestada. Reflexiono y pienso si soy merecedor de tantas atenciones y cariños. Eso lo dejo en las manos de las personas que ayer quisisteis, pudisteis comunicaros conmigo, pero el rescoldo de afectos bulle aún en mi interior y me acompañará durante muhos y largos días. Hoy, ayer, aquí, en Ojén pienso en eso de cumplir años y creo que a todos/as os debo muchas emociones públicas, privadas, discretas, secretas, anónimas, púdicas e impúdicas, fraternales, amicales, familiares, laborales... Desde aquí, desde Ojén, esteis próximos o lejanos, sabed que os estimo en toda vuestra magnitud y que probablemente, con el paso de los años ahora no sería el que, lo que, soy sin vuestros amores. Para todos/as un abrazo enorme, un "peazo abrazo", muchas gracias, muchas thanks... Y sabed que aunque refunfuñe todos los 11 de mayo, os echaré mucho en falta si algún día no contactáis. Besos y abrazos, desde este sur luminoso, ya caluroso y efectivamente estival, que vivo en Ojén.