jueves, 3 de septiembre de 2015

De Inicios

En este primer artículo de curso periodístico sería lógico hablar de los retos que se nos presentan, del futuro inmediato, de los proyectos que se abren, del reinicio de tantas cosas sabidas, de cómo la piel se readapta con rapidez inusitada a lo nuevo.  Los coaches, tan de moda en los últimos tiempos, hablarán estos días de retos, de sueños, de metas. En fin, de toda esta parafernalia.  

Yo prefiero hablar de rescoldos, de aventar cenizas, de soplar brasas. Porque sin poso previo no hay futuro, porque sin background no se pueden consolidar las metas, porque sin preparación no hay proyecto.

Tantas cosas se iniciarán en este mes de septiembre a calzón quitado que fracasarán antes de sus primeros pasos, fracasarán porque han nacido ya fracasados. Porque en su inicio sólo había humo, no brasas.

El futuro exige pasado. La consolidación requiere cimientos. La política necesita ideología. Los maestros y maestras convicciones profundas. Los niños y las niñas anhelos. Si no hay de esto, no habrá de aquello. O aquello durará lo que una pompa de jabón. Nada.

Me gustan los osados y las valientes, los admiro, pero desconfío de los temerarios, de los discursos vacíos, de las empresas sin proyecto, de los políticos sin programa. Y en estos inicios de curso escolar, de curso político, de curso dietético, de curso económico nos encontraremos muchos de estos. Mucho temerario sin experiencia, mucho temerario sin poso, mucho temerario sin conocimiento.

A estas alturas de artículo, dos o tres ya habrán pensado, o dicho, sí, pero el que no arriesga no gana. Desde luego, el que no arriesga no gana, el que es incapaz de salir de su zona de confort no crece, el que adora su sofá no descubrirá el placer de la cama. Lo único que apunto aquí hoy es que las aventuras exigen preparación, que la experiencia es un grado y que el éxito de la voluntad radica en el conocimiento. Todo lo demás será flor de un día. Aviso para navegantes.


Por eso, hoy, esta semana, cuando todo el mundo mira hacia adelante, hacia los nuevos proyectos, yo prefiero mirar para atrás, reconectar con mis experiencias, recopilar mis emociones, recuperar algunos conocimientos extraviados , sólo así me sentiré preparado para afrontar el futuro con garantía.

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