He visto a la niebla descender desde el Cerro Ojenete. Lenta, densa, suave, persistente. Todo lo engulle con una voracidad insaciable. Todo desaparece bajo su manto. Primero las retamas y los pinos bajos, luego algunos quejigos, después los caminos de tierra húmeda, más tarde la cornisa blanca de una casa, su tejado. Todo queda muerto a la vista, ceigas las miradas que se posan en ella. Observo cómo desciende. Desaparece la casa de Asun allá arriba y amenaza esa otra que tiene la terraza esférica, semicircular. Como un enorme algodón empapado de rocíos se sitúa, toma posiciones en su conquista. Ahora entiendo a Michael Ende cuando escribió La Historia Interminable y asemejó a La Nada con un vacío poblado de densas nieblas. Continúa su descenso. Y está tan cerca.
(COMENTARIO AÑADIDO 35min MÁS TARDE: Ya está aquí. Dos o tres jirones pasean al final de la calle Rosal).
4 comentarios:
Es tan vívido cómo lo cuentas que haces que parezca apasionante e intrigante la niebla descendiendo sobre Ojén.
Hoy, el paisaje de Sopeñano estaba maravilloso.También una ligerísima niebla se deslizaba entre los montes y ya sabes tú,Isra,cómo es allí la luz en esos momentos.Amama la miraba a lo lejos.Gero arte.
Pues parece que ahora, con la llegada de la noche, la niebla ha frenado su descenso, pero imagino que Juanar (por donde pasearía un anciano Charles de Gaulle) aún estará copado de nieblas, así también el mirador de puerto Rico y la cabra montés que lo custodia. Besos.
Me acuerdo de Amama.. ¿qué pensaría de Ojén? Jaja!
Me he ido "De excursi�n a Tindari" con Andrea Camilleri.Ahora comprendo que te pareciera raro que no me interesara.Me interesa.Duraci�n de la lectura:un d�a.
Y no es de los mejores... Si en casa está "La forma del agua" o "Un mes con Montalbano" los disfrutarás más, aunque cualquiera está muy bien... La coherencia del personaje principal, el comportamiento de los secundarios, el ambiente netamente siciliano, l gastronomía, la relación que se teje entre todo ello...
Saludos
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