lunes, 15 de septiembre de 2008

EL CICLISTA

Pedaleaba lento y duro. Con ese ritmo del escalador aguerrido, con la frecuencia asmática del esfuerzo dibujada en el rostro. Pertrechado con los avíos de ciclista intentaba avanzar un ciclo y otro contra la pendiente. El camino es el que comunica la vecina Marbella con Ojén, una nueva autovía por la que las motos vuelan, los coches espejean y algunos camiones tosen vaharadas de humo oscuro cuando el motor les dice basta. Es una cuesta larga y pronunciada que hace honor a su nombre sustantivo, cuesta, y así muchos aficionados a la bicicleta hacen aquí lo que para mí supone un ejercicio de valentía, de temeridad, de osadía. No es raro verles dejar su estela de sufrimientos a lo largo de la vía, la escena no me es ajena. Lo que sí se salía de lo normal era el maillot que lucía el abnegado deportista. Un maillot como nunca había visto. El cuerpo, de un rojo intenso llevaba impresas dos figuras de carácter histórico pintadas en amarillo. Dos aperos de ciudad y de campo. Dos herramientas con las cuales se identificó la libertad y la opresión a partes iguales. Sobreimpreso en su luminoso maillot rojo el ciclista lucía unos cruzados, enormes, y dorados hoz y martillo. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja, ¡qué artista el bicicletero! (palabra sada por mi amama).Deporte duro donde los haya, y de riesgo diria yo.

Anónimo dijo...

Pues si sigue hasta El Rosal por la cuesta de El Chifle ¡como hubiera llegado el pobre!.Ahora que lo pienso no he visto ningún ciclista tirando hacia arriba en Ojén...Antes de leer lo que llevaba impreso..LO HE ADIVINADO.Gero arte.

Anónimo dijo...

Pena de foto del txirrindulari

Anónimo dijo...

artista que yo también lo adiviné

bezos

Anónimo dijo...

Eso,eso!!
Agrupemonos todos en la lucha final, se alcen los pueblos con valor por LA INTERNACIONAL. Tal vez iba cantando o silbando esta melodia el ciclista ...