Devorado por el éxito de la Costa, fagotizador e insaciable,
numéricamente desproporcionado, urbanísticamente desolador el interior de la
provincia de Málaga ha sido siempre un hermanito pobre que ha subsistido más a
base de tesón e ingenio que de promoción y propaganda.
Este olvido, consciente o inconsciente, alimentado al calor
del boom turístico de los años setenta y de la especulación urbanística en los
años noventa, no ha permitido al interior de la provincia de Málaga desarrollar
una infraestructura potente para desarrollar su enorme potencial.
Insólito interior, pujante, de paisaje abrupto y vital.
Interior de
experiencias, de autenticidad inquebrantable, de senderos y recia gastronomía.
Interior luminoso en sus cumbres imposibles y fresco en sus valles
húmedos.
Interior de antiguo, de muy antiguo, de pasado intenso e
historia arrebatadora.
El valle del Genal y la naturaleza aún sin domesticar, que
se dora en otoño al ocaso de los castaños.
La Comarca del Guadalteba, con la tierra empapada de sangre
y de historia, donde se ubican los primeros malagueños y donde la reconquista
tuvo sus más cruentas batallas.
La Axarquía encaramada entre barrancos, encalada,
rabiosamente blanca y perfumada de pasas.
Nororma al norte, entre olivos y tajos imprevistos y ríos de
caudal insólito.
El Guadalhorce y su huerta fragante y extensa, perfumada de
azahar en primavera.
Interior. Comarcas y paisajes tan alejados de la embrumada
Costa.
Y Sierra de las Nieves, que da aliento a la Marbella
cosmopolita, pulmón y refresco, que permite reposar en sus cumbres a las nubes
de tormenta, que acuna las tempestades con recia determinación. Sierra de las
Nieves que abre su mundo de historia y naturaleza aún asilvestrada, surcada de
senderos, alimentada de productos auténticos, de gastronomía contundente.
Sierra de las Nieves, tan lejos, tan cerca.
Lo reivindico porque en ella resido, porque he disfrutado en
el interior de la provincia y en sus pueblos como vecino y como periodista,
porque entiendo que hay una sinergia inevitable entre la costa y el interior
que debe reforzarse, porque la Costa, que todo lo devora es solo un hermano
mayor rebelde e incorregible al que el interior mira siempre con cierto recelo
desde al amor de su experiencia, de su historia.
Si no se conoce el interior de la provincia de Málaga, se
desconoce su esencia, se desconoce su alma. Se desconoce Málaga.
1 comentario:
Solo los que patean la tierra la aman, esten donde esten, lo sean o no lo sean.
Saludos del Norte
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