viernes, 19 de septiembre de 2014

La corrupción y el olvido



Hay refranes populares que llevan razón, quizá la experiencia de la vida, la realidad empírica de reiterarse una y otra vez es el lugar en el que bebe su sabiduría.
Refranes como "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra" o "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar". En fin...   Podrían aplicarse a tantos casos, a tantas situaciones... Excepto a una, o eso parece en el inicio del curso político: A la corrupción en el sector público.
Mi amigo y compañero José Antonio Sau Martín, excelente y fajado cronista de Tribunales en La Opinión de Málaga se descolgó ayer con una información cuando menos sonrojante. El título es incuestionable.  "La corrupción crece imparable en la Costa el Sol". Así, sin ambages, por la vía del cloroformo.
Este titular no proviene de las divagaciones y análisis de opinión sino en el refrendo crudo de los datos. No puedo más que transcribir las palabras de Sau Martín: "Los delitos contra la Administración Pública, título que engloba a los ilícitos relacionados con prácticas corruptas, crecen un 109,6% en 2013 después de un aumento del 200% en 2012 – La malversación sube un 71,4%, los sobornos un 28,7% y sólo la prevaricación cae un 3,7% – Desciende la delincuencia urbanística por la menor actividad del ladrillo". Tal cual.
Resulta curioso que en la ciudad de Marbella y el entorno de la Costa del Sol se hable cada vez menos de corrupción, parece firmado un pacto de silencio en torno a un supuesto pasado remoto que se quiere primero olvidar y después enterrar, hacer ver que nunca ha existido, dilapidarlo como se hacía en aquella inmensa novela de George Orwell, 1984, en la que el pasado se cambiaba a gusto y conveniencia de los poderes fácticos. 
En Marbella, por ejemplo, las personas que aún levantan la voz al respecto, que hacen ver que la herencia es todavía dolosa y la herida, usos y costumbres afectados por la corrupción mucho más profundos de lo que se quiere hacer ver, son  de manera inmediata tachadas de antipatriotas, casi de antimarbelleras. El argumento es siempre el mismo: Hablar de corrupción sólo perjudica al futuro de Marbella.  Lo he escuchado en incontables ocasiones.
A estas palabras, anteponer los datos de la Fiscalía General del Estado y publicados en La Opinión de Málaga: "El cohecho o soborno, cuya primavera se alcanzó en Málaga durante el periodo en el que Juan Antonio Roca fue gerente de Urbanismo de Marbella, sube desde los siete casos a los nueve de 2013, es decir, un 28,7%, y la malversación de caudales, cuyos casos más representativos fueron Saqueo 1 y 2 de la época dorada de Gil, han crecido la friolera de un 71,4%, desde los siete hasta los doce procedimientos". Datos, sólo datos.
Es castigo de la sociedad que no mira a su pasado repetir sus errores en el futuro.
Y sólo recordar. La última vez que el Grupo Independiente Liberal se presentó en Marbella, con Jesús Gil ya encausado, y con Julián Muñoz Palomo al frente, ganó, por cuarta vez consecutiva con mayoría absoluta. Ojo.

Música: "Money" de Pink Floyd 


No hay comentarios: