No sé si ahora es demasiado pronto, pero quizá la semana que
viene sea demasiado tarde.
El caso es que siempre he tenido la sensación de que el
puente de la Constitución constituye el pistoletazo de salida, la auténtica
línea de despegue de las fiestas navideñas. Que ya tenemos permiso oficioso
para felicitar la nochebuena, la lotería, Santo Tomás en Bilbao, la entrada y
salida de año, los mejores deseos y demás convenciones sociales que rodean
a la Navidad.
Como es tradición de igual manera, dividir en dos bandos de
guerra fraternal a los entusiastas de la Navidad y a aquellos que la
aborrecen. El paso el tiempo que despejó
el flequillo de mi frente y ha permitido algo más de sosiego en mi espíritu
siempre belicoso, ha hecho que mi alma joven partiera del aborrecimiento para
que mi alma madura abrace con calidez las fiestas por venir. Tampoco puedo
lanzar a los cuatro vientos que soy un entusiasta y que me meto en el bullicio
de la calle Larios de Málaga para ver el encendido navideño o que recorro todos
los rincones del casco antiguo de Marbella para no perder detalle, no, tampoco
es eso, pero donde antes había ceño algo fruncido ahora hay ligera sonrisa.
Disfruto viendo la cara de Daniela, que ya con tres años se
debate entre el llanto y la emoción cuando se sienta en el regazo de Papá Noel
o ve pasar a Olentzero port la Gran Vía de Bilbao.
Disfruto viendo a mi familia reunida, que ahora proviene del
sur y del poniente galego y del norte vizcaíno y del continente africano para
disfrutar de la vianda y pitanza y recordar entre voces altas y algunos
renuentes villancicos los hechos pasados
y por venir y cantar un surrealista himno familiar que comienza diciendo “en el
corral tengo una vaca…” o la clásica “Olentzero joan zaigu, mendira lanera…”.
Disfruto con mis amigos y amigas, marbelleros, ojenetos y madrileños
de los que casi nos hemos despedido esta semana para abrazar la que viene a los
barakaldeses y bilbaínos. Hablamos, reímos, tomamos potes y pescaíto frito,
debatiéndonos entre el sirirmiri y el sol tardío.
Disfruto con Antonia, que pone empeño en hacerme
disfrutar de estas fechas y que lo
consigue buscando la complicidad de mis gustos y de la gitana vikinga que nos
acompaña en la vida. Gracias.
En fin, que aunque uno sea ateo descreído, se deja empapar
por el perfume navideño con cierto gusto, y permite que aflore a su corazón
algún que otro buen sentimiento.
Así que a todos los oyentes de Ser Marbella Costa del Sol,
amigos, amigas, familia.
Zorionak, Gabon, eta Urte Berri On.
Música: "Fairytale of New Yoek" The Pogues ft. Kirsty MacColl
SER MARBELLA COSTA DEL SOL, La Firma
11/DIC/2014
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