Todo va a cambiar, con esta estrofa comienza la banda granadina Niños Mutantes uno
de los temas de su último trabajo. Todo va a cambiar y repiten la estrofa como
un mantra hasta que se instala en el subconsciente de uno. Todo va a cambiar.
Todo va a cambiar. Todo va a cambiar.
En ocasiones, cuando la duda escuece y uno siente en sus
huesos la necesidad espiritual, anímica, física, de abordar un cambio vital altamente
postergado es casi obligado expresar esa necesidad en voz alta. Verbalizarla.
Que la acción cobre forma. Que el verbo se haga Carne, que dirían los bíblicos.
No es suficiente con pensarlo, con idearlo, con rumiarlo. El cambio real
comienza cuando se pronuncia en alto el deseo de hacerlo. Todo va a cambiar.
Espoleado quizá por la incipiente llegada de la primavera,
que traerá consigo la renovación total de la naturaleza que nos circunda, es
ahora cuando el cuerpo me exige un cambio. Un cambio de rumbo vital que me
lleve a un horizonte diferente. Por eso, esta mañana, cuando he despertado de
un sueño inquieto lo he verbalizado. Todo va a cambiar.
Nada tiene que ver con la infelicidad, sino más bien con la
inquietud permanente de necesitar algo más. No soy persona acomodaticia, eso lo
dejo para otros, ni tampoco temeraria. Pero sí es cierto que vivo con una
punzada de inquietud en el interior que me lleva a saltar de cuando en cuando
buscando un ideal que, soy consciente, no existe. Pero el mantra me persigue
hoy. Todo va a cambiar.
Creo que si ese deseo no alimentara mi alma, mi espíritu,
sería incapaz de crecer, ni personal, ni emocional, ni laboralmente. Y siempre
he optado por ello, por crecer. No para ser más, sino, quizá, para ser mejor.
Por eso, de manera cíclica en mi vida, una mañana me empuja un deseo nuevo, el
deseo de transformar lo que me rodea.
Así que no puedo dejar de expresarlo a voz en cuello. Todo va cambiar.
Tampoco soy persona de hacer listas. Poner sobre un papel
los pros y los contras antes de tomar una decisión. La mente juega sucio y
siempre habrá más pros o más contras que inclinarán la balanza hacia el deseo
insatisfecho. Lo importante es tomar una
decisión, no las consecuencias que tenga tomarla. Lo digo, de nuevo, en voz
alta. Todo va a cambiar.
La primavera ya está aquí. Miro el sol mediterráneo que
sestea en el atardecer. Me acaricia la piel y me susurra todas sus bondades.
Todo va a cambiar, le digo. Todo va a cambiar. Menos tú.
Música: "Todo va a cambiar", de El Futuro, NIÑOS MUTANTES
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